UE y Chile abren negociación para acuerdo asociación más social y competitivo

La Unión Europea y Chile iniciaron hoy negociaciones para modernizar su acuerdo de asociación, que data de 2002, para que abarque una dimensión más social y sostenible y haga que sus relaciones comerciales sean más competitivas.

Bruselas, 16 nov (EFE).- La Unión Europea y Chile iniciaron hoy negociaciones para modernizar su acuerdo de asociación, que data de 2002, para que abarque una dimensión más social y sostenible y haga que sus relaciones comerciales sean más competitivas.

"La modernización del acuerdo de asociación es una expresión de la voluntad tanto de Chile como de la UE de profundizar unas relaciones bilaterales ya excelentes y expandir nuevas áreas de colaboración", señaló en un comunicado el Servicio Europeo de Acción Exterior al término de la primera ronda de contactos celebrada en Bruselas.

A este encuentro inaugural, que sirvió de apertura formal de las negociaciones, asistió el viceministro chileno de Relaciones Exteriores, Edgardo Riveros.

Ambas partes confirmaron su expectativa de lograr un "ambicioso" nuevo acuerdo de asociación, que está compuesto de tres pilares: el diálogo político, la cooperación y el libre comercio.

Algunas de las áreas en las que se han propuesto expandir su colaboración incluyen el espacio, los asuntos sociales, el empleo, la educación, la formación y las oportunidades para los jóvenes, la gestión de los océanos, la política digital o la preparación ante los desastres naturales.

Por lo que se refiere al ámbito comercial, las dos partes reconocen que el acuerdo de asociación existente, firmado en 2002 y que entró plenamente en vigor en 2005, ha sido "un gran éxito" que les ha hecho incrementar sus flujos comerciales "sustancialmente".

Pero admiten también que por su antigüedad no abarca todo el abanico de asuntos comerciales y de inversión "importantes".

"En estas nuevas negociaciones tenemos también la oportunidad de concluir un acuerdo comercial del más alto calibre que cubra todos estos asuntos", como el desarrollo sostenible, el apoyo a las pymes, la lucha contra la corrupción o las cuestiones de comercio y género, señala el comunicado.

También provisiones específicas para las inversiones, las barreras no arancelarias, los derechos de propiedad intelectual o la protección de algunas indicaciones geográficas.

La siguiente ronda de negociaciones tendrá lugar a comienzos del próximo año, según la Comisión Europea.

La reunión inaugural ha tenido lugar sólo tres días después de que los ministros de Exteriores de la UE dieran este lunes luz verde a la Comisión -la institución que representa a los Veintiocho en la negociación de acuerdos con terceros países- para iniciar los trabajos.

Entonces, la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, afirmó que Chile es el socio comercial "más duradero" de la UE en Latinoamérica, así como un "aliado clave", pero advirtió de que "para hacer frente a los desafíos políticos y globales de hoy se necesita un acuerdo nuevo, moderno".

La UE confía en que el nuevo tratado permita bajar los precios para los consumidores, mejorar el acceso a los mercados y crear nuevas oportunidades de empleo y crecimiento.

Según el mandato aprobado para la negociación, la UE quiere "garantizar los mayores niveles de protección social, laboral y medioambiental", así como "promover la justicia social y el desarrollo sostenible".

Desde 2003, las exportaciones europeas a Chile han aumentado un 170 % y las importaciones se han incrementado un 50 %, mientras que la exportación e importación de servicios europeos crecieron un cuarto entre 2010 y 2015, según datos de la UE.

Además, las exportaciones chilenas de productos agrícolas y alimentarios y de servicios al territorio comunitario casi se han triplicado con el tratado, mientras que las exportaciones europeas a Chile se han duplicado en la mayor parte de los sectores.

La UE es el segundo mayor socio comercial de Chile al representar en 2016 el 14,9 % del total de los intercambios del país y su mayor inversor extranjero con la mitad de las inversiones directas.

En 2016 la UE exportó principalmente a Chile maquinaria y transporte, productos químicos y bienes manufacturados, mientras que las exportaciones chilenas a la Unión las dominaron los alimentos y los animales vivos, materias primas (sobre todo cobre) y bienes manufacturados.